Siendo uno de los más bellos regalos de la naturaleza, la rosa ha sido considerada como la reina de las flores. Mencionada por poetas de todos los tiempos, la rosa ha estado presente en la mitología y leyendas. Para los babilonios, sirios, egipcios, romanos y griegos la rosa simbolizó la belleza. En su esfuerzo por el cultivo de la rosa y el disfrute de su belleza, se han obtenido numerosos cultivares o variedades con flores de distintos colores y tamaños.
Cuando nos referimos a la planta de rosas completa la llamamos “rosal”, siendo “rosa”, la denominación para la flor sola. Los rosales son arbustos espinosos y floridos cultivados por su excepcional belleza, colorido y fragancia. También para la extracción de aceite esencial (perfumería y cosmética), usos medicinales (fitoterapia) y gastronómicos.
En climas cálidos, los rosales florecen continuamente durante todo el año. No obstante, la poda juega un papel importante en la acumulación y distribución de los recursos que permitan una floración frondosa y permanente. En general, los rosales se podan cuando terminan de brotar las hojas. Sin embargo, la poda varía dependiendo del tipo de rosal que se trate. A continuación indicaremos los procedimientos para algunos de ellos.
Rosales de mata y pie alto: se podan al comienzo de la primavera cuando inician los brotes. Requieren de una poda moderada de las ramas medias y corte a ras del suelo de las ramas viejas.
Rosales Trepadores: estas plantas se podan desde comienzos hasta mediados de otoño, eliminando todas las ramas que han florecido en verano. Se atan otras nuevas en su lugar. Para ello, se cortan al ras del suelo ramas que han florecido en verano y se atan en su lugar las nuevas. Al plantar se recortan a 60-90cm del suelo.
Rosales Sarmentosos: se podan al comienzo de la primavera. Se cortan las puntas marchitas, las hojas secas y las ramas que han florecido. Se dejan las ramas laterales con un largo de 10cm.
Rosales Arbustivos o híbridos de té: resultan más atractivos en el jardín si se les poda moderadamente. En ocasiones hay que eliminar las hojas muertas y las ramas espesas o cruzadas preferiblemente en primavera. No pode los rosales al plantarlos.
Rosales floribundas y miniaturas: a estos rosales les beneficia una poda mixta, es decir, se pinzan los brotes más recientes, se cortan moderadamente los de mediana edad y se cortan a ras del suelo una o dos de las ramas más viejas cuando alcanzan 4-5 años.
Rosales de enredadera: se podan al inicio de la primavera. Se cortan los ápices o puntas marchitas y las hojas muertas así como las ramas de flor, y las laterales que salen del tallo principal hasta dejarlas de 10cm de largo.
Independientemente de la moda y de la época, un rosal siempre da un toque especial y clásico al jardín. Los distintos tipos de rosales, puede ubicarse en el jardín de la siguiente forma: los rosales tipo floribundos y miniaturas son excelentes para bordear caminos. Estos últimos, quedan muy bien cultivados en contenedores que se pueden cambiar de lugar en terrazas y balcones. Los híbridos de té, se usan como centro ya que dan una nota de color en primavera. Los trepadores, son el marco ideal para una entrada o ventana, sobre pilares o armaduras de madera, crean volumen ya sea con un fin meramente decorativo o para dar privacidad a un determinado sector del jardín. Los arbustivos se usan como fondo en canteros con otras herbáceas y anuales. Los rosales trepadores y arbustivos, en especial los antiguos, son adecuados para decorar cercos y pueden cultivarse como elemento de interés en el jardín.
ladoctoradelasplantas@hotmail.com
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